Sin visado por el mundo

13 noviembre 2006

Una despedida

Sentada en la mesa de la cocina, con toda la casa en silencio, miro a la pared que tengo delante. Ni un ruido alrededor, ni un movimiento que distraiga mi atencion. Yo sola. Sergio duerme en su habitacion. Solo se oye el tic-tac del reloj que tengo a mi lado y que marca una hora que no es. Es tarde, deberia irme a la cama... Pero no puedo. Intento memorizar cada rincon, cada mancha en la pintura blanca, cada recoveco, cada olor. Todo queda grabado en mi mente para siempre.

He vivido tantas cosas entre estas cuatro paredes, he pasado por tantas cosas aqui; alegrias, penas, Lucia, Javi, Sergio. No puedo irme, no puedo. Nueva York me atrapa, me engancha, no me suelta. He estado solo dos meses, pero lo que he experimentado no es comparable a nada. Noto un cambio en mi, un cambio grande. Nueva York marca un antes y un despues en mi vida, y lo noto desde ya. No creo que nada vuelva a ser igual.

Aqui se queda una parte de mi, de mi corazon, de mi vida. Una parte tan intima como extraordinaria. Una experiencia sin igual, una vivencia que recordare siempre. Dos meses en los que cada dia era una sorpresa. Lo mas intenso por lo que he pasado hasta el momento... Y algo para lo que no encuentro palabras. Me ha permitido conocerme mas a mi misma, demostrarme cosas, aclararme las ideas. Me ha hecho crecer, me ha enriquecido de una forma que jamas imagine. Y ahora no puedo separarme de esta enorme ciudad... Nueva York.

Como voy a conseguir desengancharme de lo vivido durante estos meses? Como va a ser todo a partir de ahora? Que voy a hacer cuando este de vuelta en Madrid? Miles de preguntas se agolpan en mi mente. No puedo irme. No parece real.

Pero ha llegado el momento de seguir adelante, de volver...

Hasta siempre, Nueva York.

1 Comments:

Publicar un comentario

<< Home