Al otro lado del charco

Ya estoy en Nueva York!! A partir de ahora, ni tildes, ni enyes (me vuelvo catalana por un par de meses) ni nada de nada. Todavia no estoy instalada en mi piso, pero estuvimos mi madre y yo echando un vistacillo al edificio, el portal y la casa en general desde la calle y la verdad es que me gusto (no es que me mole a mi misma, sino que es chulo). Hasta hemos mirado los nombre de los telefonillos y hemos descubierto que mi companyero se llama Sergio... O eso creemos. El barrio tambien esta bien; hay miles de sitios para lavar la ropa (me siento cosmopolita a tope), un Starbucks (en el que me atrinchare en caso de soledad absoluta), restaurantes chulos y demas.

El portatil que he estado acarreando por medio mundo en los ultimos dos dias se me ha estropeado nada mas pagar los 40 dolares del Internet inalambrico, asi que me dejare la pasta en los cibercafes. Que estupendo... Empezamos bien. Lo bueno es que ya no me lo voy a tener que llevar de vuelta yo, sino que se lo largo a mi madre tal como ha venido. Hay que pensar en positivo.

Por lo demas, me he dado cuenta de que Nueva York no es en absoluto la ciudad fria y desalmada que recordaba (y eso que me encanto'), sino que siempre encuentras a alguien dispuesto a echarte una mano cuando ve que te estas dejando la vida (y la espalda) intentando subir una maleta de 25 kg por la escalera no mecanica del metro. Es una pasada de sitio... Me parece que me va a gustar estar viviendo aqui. Peligro...