Sin novedades en el frente

Salvo imprevistos, dentro de dos semanas estaré ya en la Gran Manzana... Pero los de la agencia que me tenían que gestionar lo del piso no dan señales de vida. Lo último que me dijeron (día 2 de septiembre) fue: "La persona que toma cuidado de 'roommate share' es Wilfred, le transferiré su 'folder' y él le ayudara a encontrar su piso". Literal; copiado y pegado de su último correo. ¡Pero si el piso ya lo tengo elegido, ahora sólo quiero pagar (nunca pensé que llegaría a decir una cosa así)! Ya me están empezando a entrar las prisas porque, después de dos e-mails y un fax, el tal Wilfred sigue sin aparecer.

Llevo unas semanas de no parar. Por un lado, intento quedar con todo el mundo para despedirme, y por otro, procuro dejarme un ratillo al día para hacer cosas del viaje... Eso sin contar con que estoy reorganizando mi cuarto porque seguía todo en cajas después de la obra y ya era hora de colocarlo. Eso sí, me acaba de llamar Ethel (que ha aprobado el examen práctico del carnet de moto) y me ha dicho que nos vayamos a darnos unos masajes de espalda, que se ha cogido el día en el trabajo. Me da que lo voy a dejar todo y voy a ir a que me mimen un poco, que ya apetece. Mmmhhh... ¡qué gustazo!